El 13 de julio de 2012 a las 13:31 en una habitación de paliativos fallece mi marido. En ese momento paso de la fase preduelo a la de duelo y 2 días más tarde inicio un postduelo, encontrandome que esa muerte parió una nueva forma de vida que puso de manifiesto mi absoluta incapacidad para gestionarla cotidianamente. Comienza mi búsqueda.

Tras compartir mi experiencia con muchas personas, los patrones de incapacidad son una constante, independientemente de las circunstancias y el tiempo transcurrido tras la muerte.

Hoy en día CONFÍO aporta las experiencias de otras 2 personas que, sumandose al proceso de búsqueda, forman parte activa de la asociación aportando sus experiencias de pérdida, que ponemos a disposición de aquellas que, como nosotras, tienen la necesidad real de dar sentido útil a su pérdida.